el suyo era un reinado sangriento...
coronas por veneno de acero sediento,
era niveo su rostro y su cabello un claroscuro sedoso
y plateados eran hilvanados filamentos
que le otorgaban prision y realeza...
filigrana con yugo de amatista violacea y turquesa
hermosa en la inocensia la mas pura princesa
miraba tragica en la distancia de un llanto,
corazon labil de un romance irreal tendido en un lecho
de fria soledad y demente discordia...
lagrimas palidas que empañan de final trago amargo
en unos labios que tiemblan y en unos labios que tientan